
El ensayo que reproducimos hoy fue publicado originalmente el 18 de septiembre de 1937 con
motivo de la visita a México del egregio director Ernest Ansermet. De las múltiples críticas que se escribieron en su momento, la única que aún hoy nos importa es la que escribió Cuesta. Texto magistral en el que se realiza una reflexión y elogio del arte de dirigir, es también crítica de la crítica, en particular de la musical, pero también reflexión sobre los principios estéticos que a Cuesta importaban tanto, y cuya obra reflexiva reunida en Ensayos críticos (UNAM, 1991) da puntual cuenta, es un ejemplo de la entereza intelectual del poeta.

Con mucho, este ensayo es más que una crítica musical del momento, dedicada a alabar o a deplorar tal o cual aspecto de una ejecución musical. Es un ejemplo de integridad intelectual, de una capacidad reflexiva para entender lo esencial en lugar de concentrarse en lo contingente, como suele suceder aún hoy día. Fruto de algo que sucedió hace más de 70 años, y que hoy nos resulta imposible verificar, sus palabras parecieran haber sido escritas ayer. Así de actuales y vigentes son sus reflexiones.
Para leer el texto completo, descárgalo del siguiente enlace.

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